CARTA DE UN
CIUDADANO LIMEÑO AL EXCELENTÍSIMO ALCALDE DE LIMA
Lima, 28 de febrero de 2015
Señor:
Luis
Castañeda Lossio
Alcalde de
Lima
Es notorio el progreso de la ciudad
de Lima, gracias a su eficaz gestión. Día tras día, observamos maravillados
cómo la capital peruana se va convirtiendo en una ciudad de primer mundo.
Entonces, no nos queda otro camino que reconocerlos laudatoriamente: ¡Oh, qué
gran alcalde! ¡Oh, qué gran estadista! ¡Oh, qué gran planificador! ¡Oh, qué
gran ejecutor de obras! Francamente, nos faltan epítetos para reconocer en su
total amplitud su ardua labor y dedicación, con el fin de conducir a nuestra
tantas veces coronada ciudad jardín al nivel de las mejores ciudades del mundo.
Ahora, para algunos limeños que
arguyen que usted, excelso alcalde, no ha hecho nada en 60 días de gobierno
municipal o para aquellos, los resentidos de siempre, que sostienen que usted y
su magnífico equipo de regidores y gerentes y asesores y amanuenses no tienen
planes para el desarrollo de nuestra hermosa ciudad; les voy a refrescar sus
memorias con una claridad digna del río Rímac. Por ello, a continuación voy a
enumerar uno a uno los grandes logros de su gobierno municipal, en apenas ¡58
días de gobierno!
1) El Parque de las Aguas,
que la anterior gestión tenía en total abandono, usted lo arregló, mejoró,
embelleció y repintó en apenas, ¡una semana! Y lo dejó expedito para el uso y
la diversión de los nueve millones de limeños y los casi dos millones de
turistas que vienen a conocer esta belleza de parque desde todos los rincones
del mundo. Además, ha quedado más embellecido con su hermoso nombre grabado en
moldes de oro, que su admirador don José Luna, ha mandado colocar en cada
puerta y en cada poste de este fantástico lugar de esparcimiento.
2) El servicio del
Metropolitano que en la gestión de la taimada alcaldesa funcionaba pésimamente;
ahora con su gran gestión ha dado un cambio de 180 grados. Desde que colocó
esos cartelitos “Trabajando” en cada unidad motorizada, en cada paradero;
ahora, los buses ofrecen un mejor servicio. En este verano inclemente, gracias
a usted, viajamos todos los pasajeros sentados, ya no hay más empujones, ni más
acosadores de mujeres indefensas. Hay mayor ventilación. Hasta la gente ya no
huele mal, van perfumados. Hasta ha bajado el pasaje. Cuando uno sube a estas
modernas unidades tan cómodas, acogedoras y h-u-m-a-n-a-s no dan ganas de
bajarse. Gracias, gracias y gracias a su gestión, señor alcalde, digno sucesor
de Nicolás, el Viejo, en cada paradero remozado del Metropolitano brilla su
hermoso nombre, grabado en ese cuadro de cemento que el gran pintor Fernando de
Szyslo talló henchido de admiración por usted. Solo no entiendo por qué allí
firma como doctor, si usted admirado señor no lo es.
3) La fachada renacentista
del parque Huayna Cápac (sito en VES) y su puente peatonal que está a su lado;
¡qué hermoso ha quedado! ¡Qué tales trazos artísticos! ¡Qué tales brochazos
impresionistas! ¡Cómo puede cambiar la
fachada de un parque, que hasta el año pasado languidecía gris y despintada.
Hoy brilla de un color amarillo cadmio e invita a tomarse unos selfies con el fondo de esta preciosa
fachada. Además, su hermoso nombre cómo resalta en cada marco colocado en cada
puerta, en cada mural, en cada cartel, en cada baño y en cada árbol de este
singular parque.
4) El puente Rayitos de Sol
que había perdido brillo con la gestión de la señora regia; ahora, cómo luce
gracias a su superlativa gestión. Cada foquito cómo brilla, ¡qué colores! ¡qué
arco iris! Cada noche miles de limeños que esperan en el paradero adyacente a
este puente vanguardista, el paso de cústeres
y de las incomparables combis para regresar a sus casas, después de una jornada
laboral. Se quedan horas contemplando absortos el juego de luces. Algunos
prefieren quedarse una hora o más contemplando esta belleza sin par y dejan
pasar las combis que a esa hora circulan atestados de pasajeros. ¡Qué genial es
usted, señor alcalde! Usted pensó en el pobre pasajero que aguarda horas la
aparición de su combi o cúster y mientras tanto puede entretenerse mirando el
baile veneciano de las luces. Solo una sugerencia: sería más precioso si esas
luces formaran, cada minuto, su musical nombre como una sucesión de colores.
5) La Línea Azul que
pésimamente funcionaba con la gestión de la Madame
de chalina verde; ahora, gracias a su dirección eficaz y a su plan ordenador de
los corredores viales de toda Lima, cómo ha mejorado en apenas un mes. Todos
los usuarios de esta línea aguardan en los paraderos felices, ya no hay más
colas. Además, gracias al apoyo caritativo del gran mecenas don José Luna,
ahora en los paraderos reparten tamalitos criollos y un vaso de café pasado a
cada pasajero. Algunos pasajeros madrugadores que salieron de sus casas sin
desayuno se los agradecen. Es encomiable cómo con una simple ordenanza
municipal firmada por usted ha revolucionado el tránsito y circulación de esta
línea, hasta han colocado televisores de última generación en una cada unidad
motorizada. Además, para redondear la eficiencia de esta línea en cada boleto que
nos entrega el feliz chofer al pagarle el pasaje, aparece impreso su hermoso
nombre. En este punto solo un suplicante pedido, amparado en su práctica
democrática, no sería posible cambiar el nombre de esta Línea Azul. El problema
es el término “azul”, pues este color se asocia a un equipo limeño, el más
perdedor de la historia peruana, y supongo que algún hincha aliancista le puso
ese nombre Línea AZUL. Sugiero que lo cambien por los colores rojo y blanco de
mi amado Muni; entonces quedaría hasta más patriótico como Línea Blanquirroja.
6) Los hospitales de la
Solidaridad cómo han cambiado en apenas un mes de su magnánima gestión. Han
recuperado su nombre originario: Hospital de la Solidaridad. Y se ha dejado de
lado el huachafo nombre “Sisol” que había utilizado su antecesora. El cambio de
color, de un azul triste a un amarillo alegre, qué bien le asienta a estos
hospitales. Y por supuesto con su hermoso nombre impreso en cada cartel, en cada
puerta de los consultorios, en cada baño perfumado, en cada receta médica,
hasta en cada inodoro hace que estos hospitales luzcan y reluzcan. Las noticias
ya ha reportado el caso de personas enfermas que al llegar casi desahuciados
con solo leer su nombre en la puerta principal de estos nosocomios se han
sanado. Además, ahora, las enfermeras te atienden con amabilidad, los médicos
son más exhaustivos en su atención al paciente, hasta los cajeros te sonríen.
7) El gran mercado de La
Parada que la malvada alcaldesa clausuró; fue convertido en un parque. Ahora,
gracias a su eficaz gestión luce como un lugar turístico. Como es un parque
construido en lo que fue un bello mercado para no perder su prestancia ahora
sus calles adyacentes se hallan rodeadas de singulares puestos de venta de
papas tarmeñas, verduras huaralinas, truchas huancaínas, pollos chosicanos,
plátanos tingaleses, entre otros productos de la canasta familiar. Cada puesto
está decorado con trazos naturalistas propios de cada región de donde procede
el respectivo producto. Esta presentación arquitectónica le da un marco vivo y
provinciano a las calles adyacentes de este parque, que la tía regia quiso
denominarlo Parque del Migrante o parque José María Arguedas o parque Lorenzo
Papá Chacalón Palacios (este último nombre fue un justo pedido de los fans de Chacalón que atiborran el cerro
El Pino). Sinceramente, ninguno de estos nombres me parece digno para denominar
este parque-mercadillo. No se discuta más, a pedido de los nueve millones de
limeños, casi limeños, medio limeños, un poco limeños el parque debe
denominarse Luis Castañeda Lossio en letras doradas. En homenaje a ese
incomparable migrante, que un día abandonó su natal Chiclayo y se vino a Lima.
Partió de su suelo amado con la ropa puesta y su pasaje de ida, y mira cómo ha
triunfado en la capital. Estudió derecho en la PUCP, se graduó de abogado en la
USMP (este último fue una exquisitez académica, pues quería lucir su paso por
dos universidades de prestigio, esto es, la PUCP y la USMP) y fue elegido en
olor a multitud tres veces alcalde de la capital peruana. Y nuestro amado
alcalde transformó una capital caótica y tercermundista en una nueva Babilonia,
en un nuevo París, en una auténtica sucursal del Cielo.
8) En estos 8 AÑOS y 2 MESES
(contando sus dos gestiones anteriores) que gobierna Lima con mano firme,
creativa y emprendedora, cómo ha mejorado día tras día, hora tras hora, minuto
a minuto, segundo a segundo, el tránsito de los micros, cústeres y combis por todas las avenidas, jirones, calles, pasajes
y plazas de la gran Lima. Para ejemplificar su logro más preciado como alcalde,
resaltaré un solo botón. Este caso es lo que yo experimento cada día en mi
traslado por cuestiones laborales, desde Acho hasta la avenida México. En ese
sentido, quiero resaltar el perfecto funcionamiento del Corredor Amarillo que
comprende las avenidas Manco Cápac (La victoria) y Abancay (El Cercado). Este
corredor se puede cruzar en una unidad motorizada, gracias a su gestión
preocupada por el usuario, en apenas, ¡una hora! Sí, en una hora, a veces, hora
y media. Mi récord sucedió el día que Alianza caía goleado por el Huracán
argentino. Crucé este fantástico corredor en apenas, apenitas, ¡dos horas! No
sé cómo agradecerle señor alcalde por el V-E-R-D-A-D-E-R-O C-A-M-B-I-O en el transporte urbano que
usted encabeza desde hace O-C-H-O A-Ñ-O-S y D-O-S
M-E-S-E-S.
9) Los trabajos del Vía Parque
Rímac, usted excelentísimo señor alcalde, los ha paralizado con qué tino. Pues,
era antiestético observar a los obreros trabajando en el lecho del río Rímac.
Con esa sensibilidad tan reconocida en su personalidad imagino que usted quiso
que los limeños y los turistas contemplen el fluir de las aguas limpias del río
Rímac ahora cargado por la lluvia en la sierra. Anoche que pasaba por el puente
Trujillo me preguntaba, sino existía algún mecanismo de última generación que
permita que en el lecho del río hablador cada cinco minutos las corrientes de
agua formen su nombre en espirales de arco iris para deleite de los turistas y
los limeños.
10) El famoso Túnel Santa Rosa
(que conectará SJL y el Rímac) que usted en su anterior gobierno dejó
inconcluso. Cuando la tía regia intentó culminar la obra, las rocas, las piedras
que formaban el techo natural de este túnel se cayeron casi por arte de magia.
Según, expertos geólogos y algunos adivinos huachanos esta desgracia geológica
sucedió, porque no querían que ella, la tía regia la inaugurará. Ahora que
usted ha regresado a la alcaldía, según se cuenta en los pasadizos del palacio
municipal y en las salas de redacción del Trome (el diario más erudito de la lengua
castellana), esas rocas, esas piedras habrían vuelto a su lugar. Incluso para
congraciarse con usted estas rocas habrían configurado unos pasajes
laberínticos a la usanza griega. Únicamente, para que usted los inaugurará.
Además, seguramente los ingenieros y arquitectos solidarios de tan magno túnel
laberíntico que permitirá cruzar de SJL al Rímac en apenas ¡cinco segundos!,
instalarán en su interior una serie de reflectores LED que foco a foco formarán
su hermoso nombre para deleite de los conductores y pasajeros que circulen por
este mágico túnel.
Aprovecho esta ocasión
privilegiada para reiterar a vuestra excelencia mi más rendida pleitesía y sin
par admiración. Asimismo, agradezco a san Martincito de Porres, el privilegio
de ser un ciudadano limeño bajo su magnífico gobierno y ser testigo de cómo Lima
se va convirtiendo en una ciudad luz, en
una ciudad paradisiaca, en una ciudad jardín, en una ciudad H-U-M-A-N-A. Sin
más se despide su atento y seguro servidor.
Edmundo de la Sota Díaz
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