martes, 3 de marzo de 2015

UNA CARTA DELICIOSA PARA EL ALCALDE MUDO


CARTA DE UN CIUDADANO LIMEÑO AL EXCELENTÍSIMO ALCALDE DE LIMA

 

 

Lima, 28 de febrero de 2015

 

Señor:

Luis Castañeda Lossio

Alcalde de Lima

 

Es notorio el progreso de la ciudad de Lima, gracias a su eficaz gestión. Día tras día, observamos maravillados cómo la capital peruana se va convirtiendo en una ciudad de primer mundo. Entonces, no nos queda otro camino que reconocerlos laudatoriamente: ¡Oh, qué gran alcalde! ¡Oh, qué gran estadista! ¡Oh, qué gran planificador! ¡Oh, qué gran ejecutor de obras! Francamente, nos faltan epítetos para reconocer en su total amplitud su ardua labor y dedicación, con el fin de conducir a nuestra tantas veces coronada ciudad jardín al nivel de las mejores ciudades del mundo.

Ahora, para algunos limeños que arguyen que usted, excelso alcalde, no ha hecho nada en 60 días de gobierno municipal o para aquellos, los resentidos de siempre, que sostienen que usted y su magnífico equipo de regidores y gerentes y asesores y amanuenses no tienen planes para el desarrollo de nuestra hermosa ciudad; les voy a refrescar sus memorias con una claridad digna del río Rímac. Por ello, a continuación voy a enumerar uno a uno los grandes logros de su gobierno municipal, en apenas ¡58 días de gobierno!

1)      El Parque de las Aguas, que la anterior gestión tenía en total abandono, usted lo arregló, mejoró, embelleció y repintó en apenas, ¡una semana! Y lo dejó expedito para el uso y la diversión de los nueve millones de limeños y los casi dos millones de turistas que vienen a conocer esta belleza de parque desde todos los rincones del mundo. Además, ha quedado más embellecido con su hermoso nombre grabado en moldes de oro, que su admirador don José Luna, ha mandado colocar en cada puerta y en cada poste de este fantástico lugar de esparcimiento.

 

2)      El servicio del Metropolitano que en la gestión de la taimada alcaldesa funcionaba pésimamente; ahora con su gran gestión ha dado un cambio de 180 grados. Desde que colocó esos cartelitos “Trabajando” en cada unidad motorizada, en cada paradero; ahora, los buses ofrecen un mejor servicio. En este verano inclemente, gracias a usted, viajamos todos los pasajeros sentados, ya no hay más empujones, ni más acosadores de mujeres indefensas. Hay mayor ventilación. Hasta la gente ya no huele mal, van perfumados. Hasta ha bajado el pasaje. Cuando uno sube a estas modernas unidades tan cómodas, acogedoras y h-u-m-a-n-a-s no dan ganas de bajarse. Gracias, gracias y gracias a su gestión, señor alcalde, digno sucesor de Nicolás, el Viejo, en cada paradero remozado del Metropolitano brilla su hermoso nombre, grabado en ese cuadro de cemento que el gran pintor Fernando de Szyslo talló henchido de admiración por usted. Solo no entiendo por qué allí firma como doctor, si usted admirado señor no lo es.

 

 

3)      La fachada renacentista del parque Huayna Cápac (sito en VES) y su puente peatonal que está a su lado; ¡qué hermoso ha quedado! ¡Qué tales trazos artísticos! ¡Qué tales brochazos impresionistas!  ¡Cómo puede cambiar la fachada de un parque, que hasta el año pasado languidecía gris y despintada. Hoy brilla de un color amarillo cadmio e invita a tomarse unos selfies con el fondo de esta preciosa fachada. Además, su hermoso nombre cómo resalta en cada marco colocado en cada puerta, en cada mural, en cada cartel, en cada baño y en cada árbol de este singular parque.

 

4)      El puente Rayitos de Sol que había perdido brillo con la gestión de la señora regia; ahora, cómo luce gracias a su superlativa gestión. Cada foquito cómo brilla, ¡qué colores! ¡qué arco iris! Cada noche miles de limeños que esperan en el paradero adyacente a este puente vanguardista, el paso de cústeres y de las incomparables combis para regresar a sus casas, después de una jornada laboral. Se quedan horas contemplando absortos el juego de luces. Algunos prefieren quedarse una hora o más contemplando esta belleza sin par y dejan pasar las combis que a esa hora circulan atestados de pasajeros. ¡Qué genial es usted, señor alcalde! Usted pensó en el pobre pasajero que aguarda horas la aparición de su combi o cúster y mientras tanto puede entretenerse mirando el baile veneciano de las luces. Solo una sugerencia: sería más precioso si esas luces formaran, cada minuto, su musical nombre como una sucesión de colores.

 

 

5)      La Línea Azul que pésimamente funcionaba con la gestión de la Madame de chalina verde; ahora, gracias a su dirección eficaz y a su plan ordenador de los corredores viales de toda Lima, cómo ha mejorado en apenas un mes. Todos los usuarios de esta línea aguardan en los paraderos felices, ya no hay más colas. Además, gracias al apoyo caritativo del gran mecenas don José Luna, ahora en los paraderos reparten tamalitos criollos y un vaso de café pasado a cada pasajero. Algunos pasajeros madrugadores que salieron de sus casas sin desayuno se los agradecen. Es encomiable cómo con una simple ordenanza municipal firmada por usted ha revolucionado el tránsito y circulación de esta línea, hasta han colocado televisores de última generación en una cada unidad motorizada. Además, para redondear la eficiencia de esta línea en cada boleto que nos entrega el feliz chofer al pagarle el pasaje, aparece impreso su hermoso nombre. En este punto solo un suplicante pedido, amparado en su práctica democrática, no sería posible cambiar el nombre de esta Línea Azul. El problema es el término “azul”, pues este color se asocia a un equipo limeño, el más perdedor de la historia peruana, y supongo que algún hincha aliancista le puso ese nombre Línea AZUL. Sugiero que lo cambien por los colores rojo y blanco de mi amado Muni; entonces quedaría hasta más patriótico como Línea Blanquirroja.

 

6)      Los hospitales de la Solidaridad cómo han cambiado en apenas un mes de su magnánima gestión. Han recuperado su nombre originario: Hospital de la Solidaridad. Y se ha dejado de lado el huachafo nombre “Sisol” que había utilizado su antecesora. El cambio de color, de un azul triste a un amarillo alegre, qué bien le asienta a estos hospitales. Y por supuesto con su hermoso nombre impreso en cada cartel, en cada puerta de los consultorios, en cada baño perfumado, en cada receta médica, hasta en cada inodoro hace que estos hospitales luzcan y reluzcan. Las noticias ya ha reportado el caso de personas enfermas que al llegar casi desahuciados con solo leer su nombre en la puerta principal de estos nosocomios se han sanado. Además, ahora, las enfermeras te atienden con amabilidad, los médicos son más exhaustivos en su atención al paciente, hasta los cajeros te sonríen.

 

 

7)      El gran mercado de La Parada que la malvada alcaldesa clausuró; fue convertido en un parque. Ahora, gracias a su eficaz gestión luce como un lugar turístico. Como es un parque construido en lo que fue un bello mercado para no perder su prestancia ahora sus calles adyacentes se hallan rodeadas de singulares puestos de venta de papas tarmeñas, verduras huaralinas, truchas huancaínas, pollos chosicanos, plátanos tingaleses, entre otros productos de la canasta familiar. Cada puesto está decorado con trazos naturalistas propios de cada región de donde procede el respectivo producto. Esta presentación arquitectónica le da un marco vivo y provinciano a las calles adyacentes de este parque, que la tía regia quiso denominarlo Parque del Migrante o parque José María Arguedas o parque Lorenzo Papá Chacalón Palacios (este último nombre fue un justo pedido de los fans de Chacalón que atiborran el cerro El Pino). Sinceramente, ninguno de estos nombres me parece digno para denominar este parque-mercadillo. No se discuta más, a pedido de los nueve millones de limeños, casi limeños, medio limeños, un poco limeños el parque debe denominarse Luis Castañeda Lossio en letras doradas. En homenaje a ese incomparable migrante, que un día abandonó su natal Chiclayo y se vino a Lima. Partió de su suelo amado con la ropa puesta y su pasaje de ida, y mira cómo ha triunfado en la capital. Estudió derecho en la PUCP, se graduó de abogado en la USMP (este último fue una exquisitez académica, pues quería lucir su paso por dos universidades de prestigio, esto es, la PUCP y la USMP) y fue elegido en olor a multitud tres veces alcalde de la capital peruana. Y nuestro amado alcalde transformó una capital caótica y tercermundista en una nueva Babilonia, en un nuevo París, en una auténtica sucursal del Cielo.

 

8)      En estos 8 AÑOS y 2 MESES (contando sus dos gestiones anteriores) que gobierna Lima con mano firme, creativa y emprendedora, cómo ha mejorado día tras día, hora tras hora, minuto a minuto, segundo a segundo, el tránsito de los micros, cústeres y combis por todas las avenidas, jirones, calles, pasajes y plazas de la gran Lima. Para ejemplificar su logro más preciado como alcalde, resaltaré un solo botón. Este caso es lo que yo experimento cada día en mi traslado por cuestiones laborales, desde Acho hasta la avenida México. En ese sentido, quiero resaltar el perfecto funcionamiento del Corredor Amarillo que comprende las avenidas Manco Cápac (La victoria) y Abancay (El Cercado). Este corredor se puede cruzar en una unidad motorizada, gracias a su gestión preocupada por el usuario, en apenas, ¡una hora! Sí, en una hora, a veces, hora y media. Mi récord sucedió el día que Alianza caía goleado por el Huracán argentino. Crucé este fantástico corredor en apenas, apenitas, ¡dos horas! No sé cómo agradecerle señor alcalde por el V-E-R-D-A-D-E-R-O   C-A-M-B-I-O en el transporte urbano que usted encabeza desde hace O-C-H-O  A-Ñ-O-S  y D-O-S  M-E-S-E-S.

 

9)      Los trabajos del Vía Parque Rímac, usted excelentísimo señor alcalde, los ha paralizado con qué tino. Pues, era antiestético observar a los obreros trabajando en el lecho del río Rímac. Con esa sensibilidad tan reconocida en su personalidad imagino que usted quiso que los limeños y los turistas contemplen el fluir de las aguas limpias del río Rímac ahora cargado por la lluvia en la sierra. Anoche que pasaba por el puente Trujillo me preguntaba, sino existía algún mecanismo de última generación que permita que en el lecho del río hablador cada cinco minutos las corrientes de agua formen su nombre en espirales de arco iris para deleite de los turistas y los limeños.

 

 

10)  El famoso Túnel Santa Rosa (que conectará SJL y el Rímac) que usted en su anterior gobierno dejó inconcluso. Cuando la tía regia intentó culminar la obra, las rocas, las piedras que formaban el techo natural de este túnel se cayeron casi por arte de magia. Según, expertos geólogos y algunos adivinos huachanos esta desgracia geológica sucedió, porque no querían que ella, la tía regia la inaugurará. Ahora que usted ha regresado a la alcaldía, según se cuenta en los pasadizos del palacio municipal y en las salas de redacción del Trome  (el diario más erudito de la lengua castellana), esas rocas, esas piedras habrían vuelto a su lugar. Incluso para congraciarse con usted estas rocas habrían configurado unos pasajes laberínticos a la usanza griega. Únicamente, para que usted los inaugurará. Además, seguramente los ingenieros y arquitectos solidarios de tan magno túnel laberíntico que permitirá cruzar de SJL al Rímac en apenas ¡cinco segundos!, instalarán en su interior una serie de reflectores LED que foco a foco formarán su hermoso nombre para deleite de los conductores y pasajeros que circulen por este mágico túnel.

Aprovecho esta ocasión privilegiada para reiterar a vuestra excelencia mi más rendida pleitesía y sin par admiración. Asimismo, agradezco a san Martincito de Porres, el privilegio de ser un ciudadano limeño bajo su magnífico gobierno y ser testigo de cómo Lima se va convirtiendo en una ciudad  luz, en una ciudad paradisiaca, en una ciudad jardín, en una ciudad H-U-M-A-N-A. Sin más se despide su atento y seguro servidor.

 

Edmundo de la Sota Díaz